“Estimadas manos…” Así empezaba Nadie el primer correo de tantos que vendrían después. Y digo tantos, porque lo que empezó como un contrabando de creaciones terminó convirtiéndose en un intercambio de remedios contra la resaca y anécdotas para no dormir.
Estimado John Oliver, gracias por aquel libro que recibí un frío mes de diciembre de 2013 y, sobre todo, muchas gracias por tus dibujos, incluídos en dos posts muy importantes y que forman parte de este cajón desde hace ya tiempo.
ECGXIII.